El escritor vallisoletano Miguel Delibes ha fallecido a los 89 años después de una larga enfermedad.
Miguel Delibes ha sido el novelista castellano con mayúsculas. Su obra literaria abarca toda la segunda mitad del siglo XX.
Miguel Delibes siempre escribió como él era; su literatura era un reflejo fiel de su persona. Ha dado siempre una dimensión ética a su narrativa, conjugándola magistralmente con la estética literaria.
Sus novelas, sus escritos periodísticos, sus crónicas de viajes o libros de caza son un retrato fiel, y no pocas veces crítico, de las tierras y los hombres de su Castilla natal, así como un alegato en favor de la naturaleza y de la perfecta armonía entre el hombre y su medio natural.
Miguel Delibes es, pues, el novelista de Castilla y el novelista de la naturaleza. Pero desde su paisaje y desde su Castilla natal, trasciende a una dimensión universal y sus personajes son vivos retratos del hombre de la segunda mitad del siglo XX.
Delibes ha sido, además, una personalidad y un escritor independiente. Lo ha demostrado en su larga carrera periodística -desarrollada en su mayor parte durante la dictadura franquista.
Su «Síntesis de la Historia de España» fue retirada de las librerías como libro de texto por «no comentar adecuadamente» el triunfo del levantamiento militar de Franco. Un sentido moral y cristiano presidía su obra. Pero el Periodismo fue su gran pasión. Al frente de «El Norte de Castilla» se batió el cobre por el medio rural castellano enfrentándose al Régimen y a la censura rampantes. Jamás abdicó en su empeño de denunciar la postración de Castilla y, cuando no pudo hacerlo desde el diario, lo abrochó en la narrativa.
Delibes dio voz a los que no la tuvieron. Luchó por la nivelación social. Trató de aproximar a los hombres porfiando contra la injusticia. Una cultura rural desaparecía. La sustitución del abuelo por el televisor marca las diferencias.
En 1963, como consecuencia de diversos enfrentamientos con el ministro de Información, Manuel Fraga, dimite como director de «El Norte», aunque seguirá dirigiendo el diario en la sombra hasta 1966. «Pretender que pasáramos por libres los directores visiblemente maniatados era feroz, una crueldad demasiado prolongada y vergonzosa». Miguel Delibes no estaba dispuesto a que otros usaran como laureles sus despojos.
“Mi vida de escritor –confesó él mismo- no sería como es si no se apoyase en un fondo moral inalterable. Ética y estética se han dado la mano en todos los aspectos de mi vida”.
Bibliografía imprescindible.«La sombra del ciprés es alargada», «Aún es de día», «El camino», «Mi idolatrado hijo Sisí», «La partida», «Diario de un cazador, «Diario de un emigrante», «La hoja roja», «Las ratas», «La caza de la perdiz roja», «Viejas historias de Castilla la Vieja», «USA y yo», «El libro de la caza menor», «Cinco horas con Mario», «Parábola del náufrago», «La mortaja», «El príncipe destronado», «Las guerras de nuestros antepasados», «El disputado voto del señor Cayo», «Los santos inocentes», «377A, Madera de héroe», «Mi vida al aire libre», «Señora de rojo sobre fondo gris» y «El hereje».
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